Descripción
Esta ensaladera grande de barro turquesa vestirá nuestra mesa con un toque alegre y mediterráneo. Ensaladera de barro totalmente artesanal, fabricada en una de las alfarerías (olleries) más antiguas de Pòrtol. 100% ecológica, libre de residuos tóxicos y decorada con pigmentos naturales, apta para lavavajillas y microondas.
Nuestra ensaladera grande de barro turquesa es ideal para servir ensaladas, arroces, macedonias, etc. Perfecta, además, para presentar grandes aperitivos.
Medidas aproximadas: 26 cm. de diámetro x 12 cm. de alto.
ES EL CUENCO MÁS GRANDE DE LA FOTO (PRIMERO EMPEZANDO POR LA DERECHA).
Breve historia de la cerámica mallorquina:
Pòrtol es un pueblo de Mallorca con gran tradición alfarera que se remonta a finales del siglo XVII, cuando existe constancia de varias alfarerías (olleries). El final del siglo XIX y el principio del XX fueron los de más esplendor; por entonces, el pueblo contaba con más de veinte alfarerías. Sin embargo en los años 60 el número disminuyó a los nueve actuales de Pòrtol y dos de Sa Cabaneta. La tierra roja que se encuentra en Pòrtol atrajo a los alfareros, que se establecieron allí; se trata de una tierra idónea para ollas y demás utensilios que ha hecho de Pòrtol el único lugar de Mallorca donde se produce este tipo de cerámica destinada a la cocina.
Para elaborar una pieza, el ceramista (oller) coloca una bola de barro encima del torno, va dándole la forma deseada ayudándose de una tiradera; una vez terminada la retira con la ayuda de un alambre, le pone asas si corresponde y la deja secar. Cuando la pieza está seca, la barniza y le da una cocción definitiva en el horno. Luego, la deja enfriar y cuando está seca ya puede utilizarse.
Antiguamente los hornos eran de leña (hornos árabes), hoy en día pueden utilizarse otros más actuales. Gracias a este bonito oficio transmitido de padres a hijos en Mallorca podemos disfrutar de nuestra propia cerámica. Son típicas las “greixoneres” marrones, imprescindibles en la cocina mallorquina, o las ollas para cocinar las sopas. También conservamos el popular mortero mallorquín y los platos, vasos, jarras y juegos de café marrones. Hoy, además de seguir utilizando la popular cerámica marrón tan característica, podemos decorar nuestra mesa con una gran variedad de piezas que combinan el tradicional color del barro con bonitos colores.